¿Es cierto que ser tacaño te ayuda a ahorrar?
Las manías por excederse en el gasto suelen ser mucho más frecuentes, se le ve peor a uno que despilfarra que a un tacaño. Trabajar y ahorrar son valores bien...
Las manías por excederse en el gasto suelen ser mucho más frecuentes, se le ve peor a uno que despilfarra que a un tacaño. Trabajar y ahorrar son valores bien vistos en la sociedad.
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Para definir si los mexicanos son ahorradores o tacaños veamos los datos, solo el 44% de los mexicanos cuenta con algún mecanismo de ahorro, según la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera del INEGI y la CNBV, que revela, además, que 42% nunca ha ahorrado nada, al menos de una manera formal, y el 14% dejaron de hacerlo.
A pesar de estas cifras, la encuesta revela que 15% ahorra de manera formal y la mayoría cuentan con más de un servicio financiero como cuenta de ahorro, crédito, seguros y Afore.
Esto se explica al imaginar a una persona con empleo formal e ingresos constantes y que no se va de vacaciones, suele estar en día de asueto a la casa de amigos y familiares, puede dedicar toda la maña en el banco para aclarar una comisión bancaria de 50 centavos, desiste de salir a cenar o al cine, y lleva una contabilidad de mes a mes si está logrando reducir su gasto mensual.
¿Es un tacaño o un ahorrador? Al ahorrar, uno lo hace con un objetivo ya sea para adquirir un coche, realizar un viaje o adquirir un departamento, en este caso suena algo positivo.
Quizá no hay una cifra que dé un diagnóstico para distinguir al ahorrador del tacaño. Pero sí hay en una serie de indicadores cualitativos: “el tacaño desconfía de los bancos y cajas de ahorro más allá de lo que se merecen. Son personas que esconden el dinero bajo el colchón o en el interior de un tabique”.
Júbilo cuando la cuenta aumenta
Otro de los síntomas del tacaño es la irritación que experimenta cuando su cuenta baja más de lo debido y, al contrario, estalla en júbilo corroborar que su cuenta aumenta unos cuantos pesos.
Este grupo de personas sienten “dolor” o “disgusto” por la idea de gastar dinero. La idea de socializar con un hombre o mujer le atemoriza por el simple hecho de que gastará dinero, y deja de asistir a eventos de amigos por miedo a gastar un solo peso. La adicción a ahorrar dinero los puede conducir a privarse de comprar artículos de primera necesidad.
Recuerda, el tacaño busca excusas para no gastar, por lo que se puede confundir con el ahorro positivo.
Es sabido que un pasado económico de carencia en la niñez provocará un ánimo o una tendencia mayor a ahorrar que otra que vivió en un entorno de abundancia. Alégrate si eres un mexicano ahorrador, y no seas tacaño.
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Con información de El País